La Ley Foral del Juego de Navarra obliga en una de sus disposiciones a que en el plazo de 18 meses aquellos locales que tengan condición de bares, cafeterías, cafés espectáculo y bares especiales y que cuenten con autorización para disponer de una máquina de apuestas a idear un sistema de control de acceso para que menores, personas con discapacidad o inscritos en el registro de personas que se han autoprohibido el juego no puedan utilizar la máquina. Como la normativa se aprobó en verano, disponen del año 2023 para reforzar dicho control y fiscalizar que la persona que apuesta lo tiene permitido.
La normativa salió ayer al hilo de la jornada que se celebró ayer en Civican promovida por Fundación Caja Navarra y para presentar las conclusiones del estudio de Proyecto Hombre, Antox y Aralar sobre prevención de los juegos de azar, donde conviene distinguir entre la competencia estatal en el juego y apuestas online y loterías la competencia autonómica para casinos, bingos, salas de apuestas presenciales y máquinas tragaperras. La jornada contó con el máximo responsable del Juego en el Ministerio de Consumo, Mikel Arana, y con Jesús Carrascosa, de la Brigada de Juegos y Espectáculos de la Policía Foral.
Este último explicó que el sistema de control técnico es muy complejo, que “hasta el momento solo tenían los bingos, pero que ahora los bares que tengan máquinas de apuestas deben contar con mecanismos que impidan la participación de menores y de personas con autoprohibiciones para que exista el control presencial, igual que existe el control en el juego online, puesto que Navarra posee una pasarela que permite que el Estado pueda detectar a personas que tienen autoprohibido el juego y están inscritas bien en el registro estatal o en el exclusivo de la Comunidad Foral”, explicó Carrascosa. El policía foral detalló que en Navarra existen 1.427 autorizaciones de explotación para máquinas de apuestas, pero en realidad los locales autorizados para tener máquinas de apuestas son 816. En las apuestas no se funciona como con las máquinas tragaperras y la tasa que paga el operador no es por el mero hecho de darle de alta, sino cuando la máquina está en funcionamiento”. La amplia normativa que aprobó el Parlamento de Navarra tenía como contenido más destacado el establecimiento de una distancia de al menos 400 metros de las casas de apuestas no solo entre sí (que era algo que ya figuraba en la normativa anterior) sino que también debe ser la distancia mínima respecto a colegios, centros sanitarios, de educación o de rehabilitación. “Ha habido un antes y un después en la regulación del juego en la Comunidad Foral con esta legislación aprobada en julio”, afirmó Carrascosa.
Entre los datos que aportó, el agente recorrió los hitos históricos de la regulación en Navarra, que tiene competencia exclusiva desde 1982 con la Lorafna y que tuvo su primera Ley del Juego en 1989. Los tiempos en el ámbito del juego y del espectáculo están ahora a años luz de las normas en vigor hace tres décadas. En la Brigada de Juegos y Espectáculos de la Policía Foral, compuesta por un inspector, dos subinspectores, tres agentes primero y ocho agentes, desglosan que la competencia navarra en el juego online se constriñe a aquellos operadores cuyo ámbito de actuación sea exclusivamente la Comunidad Foral.
Inspecciones y datos
Carrascosa dijo que el Plan de Inspección que tienen fijado establece un programa de control para establecimientos especializados. Se trata de dos inspecciones al mes en salas de bingo, una al trimestre en salones de juego y casas de apuesta y una al año en recintos feriales, centros cívicos y locutorios.
En la Comunidad Foral existen 66 locales específicos de juego y 63 de ellos tienen autorizada la instalación de máquinas de apuestas. Hay 541 máquinas tragaperras y 333 máquinas de apuestas en los citados 63 locales. Por distribución geográfica, en Pamplona hay 28 salones de juegos, 6 tiendas de apuestas y 2 bingos, en la Comarca hay 13 salones y una tienda, en la Ribera existen diez saalones, una tienda y un bingo, tres salones hay en Estella, uno en Tafalla, otro en Alsasua y uno también en Urdax. La mayor concentración de este tipo de locales se da en el barrio de la Rochapea de Pamplona, con 28 salones de juego, 6 tiendas de apuestas y dos bingos.
La jornada, dirigida a profesionales que trabajan en la prevención de jóvenes y adolescentes, contó con una mesa redonda con la profesora de la Universidad de Deusto, Ana Isabel Estévez, responsable de la línea de investigación adicciones sin sustancia y procesos cognitivo-emocionales y relacionales asociados), que charló sobre la prevención de juegos de azar con perspectiva de género, y Antonio Castaños Monreal (psicólogo general sanitario, máster en psicología de la salud, especialista en intervención en adicciones y coautor del programa de prevención “¡Qué te juegas!”. noticiasdenavarra